En esta época en la que los ejércitos utilizan aviones no tripulados y satélites espía para observar lo que hacen sus enemigos, estos objetos de gran tamaño no pasan desapercibidos y pueden ser detectados, por tanto, muchas son las investigaciones que buscan otros sistemas de observación que pasen desapercibidos y sean mucho más eficaces. Aunque suene a ciencia-ficción, parece que una de las líneas de investigación tiene puesto el foco en los insectos como pequeños espías robot que podrían pasar totalmente desapercibidos, de hecho, parece que Darpa también está financiando una investigación similar en la que se estaría trabajando en la colocación de sensores autónomos sobre insectos reales.
Aunque la investigación está aún en una fase muy primaria, el equipo de investigación de la Universidad de Michigan está trabajando en el desarrollo de un sistema capaz de generar energía eléctrica a partir del movimiento del insecto y, posteriormente, utilizar dicha energía para alimentar una serie de sistemas y sensores instalados sobre el propio insecto, de manera que éstos funcionen de manera autónoma y sin necesidad de instalar una batería que proporcione la alimentación a los sistemas.
¿Energía eléctrica generada a partir del movimiento del insecto? Suena un poco raro pero la idea es la de transformar la energía mecánica en energía eléctrica mediante la utilización de materiales piezoeléctricos que, precisamente, son aquellos que generan electricidad cuando son sometidos a una fuerza mecánica (por ejemplo, una deformación del material). De hecho, eso es lo que han estado implementando los miembros del equipo de investigación de Khalil Najafi en la Universidad de Michigan puesto que han utilizado un material piezoeléctrico para generar electricidad a partir del movimiento de un escarabajo y con la que se puedan alimentar otros sistemas:
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